Pierre Paul Riquet, barón de Bonrepos, conocido como colector de impuestos de sal (les Gabelles) y empresario francés, es, antes que todo, reputado por la construcción del Canal du Midi
Un hombre rico y ambicioso
Nació probablemente el 29 junio de 1609 en Béziers, y vivió en el seno de una familia noble de comerciantes florentinos. Hizo sus estudios en el colegio jesuita de Béziers y después, empezó una formación de ingeniero. Su padre, Guillaume Riquet, fiscal en Béziers, ocupaba un escaño en la asamblea de los estados del Languedoc, y presionaba a Pierre-Paul Riquet para que entrara en la administración de gabelles, el impuesto sobre la sal en los años 1630-1632. Ascendió rápidamente, se convirtió en gabelou (agente de la gabelles), grenatier, sous-fermier, arrendatario, y pues, Director de la Granja del Languedoc en 1678.
Fue un hombre de negocios. A través de su profesión de colector de impuestos, se convirtió en un banquero privado y se enriqueció muy rápido. Adquirió el fuerte de Bonrepos, ubicado alrededor de Tolosa, y se convirtió en el barón o señor de Bonrepos. Invirtió en muchos proyectos pero uno en particular lo volvió famoso, la construcción del Canal du Midi En 1637, Pierre Paul Riquet se casó con Catherine de Milhaud, y tuvieron cinco hijos : Jean-Mathias, Pierre-Paul, Catherine, Marthe y Anne RiquetEl proyecto de una vida
En su profesión de colector de los impuestos, el mayor problema de Pierre Paul Riquet fue el transporte de materiales entre Tolosa y el mar Mediterráaneo. Las carreteras estaban en mal estado, y la creación de una ruta del fluido parecía prometedora, a la vez para el País y para sus asuntos personales. Lo vió como un medio de vender y transportar más sencillamente la sal
Elaboró su proyecto y decidió presentarlo al Rey Louis XIV y su primer ministro, poniendo de relieve su interés económico y estratégico. Por eso, usó de sus relaciones con el arzobispo de Tolosa, Monseigneur d’Anglure de Bourlemot, quién era el presidente provisional del estado de Languedoc y un próximo de Colbert. Le invitó a su castillo en Bonrepos y le presentó la maqueta de su proyecto para el Canal du Midi. Convencido, el arzobispo incitó a Colbert a encontrarse con Riquet. Interesado también por el proyecto, lo aprobó con el Rey y el estado financió los estudios de viabilidad del proyecto, que duraron dos años Las obras iniciaron en 1667 mientras Paul Riquet tenía 57 años. El presupuesto de la realización del Canal se estimaba entre 17 y 18 millones de libras en aquel momento, lo que hace del trabajo la segunda obra del reino, al mismo tiempo que la construcción del Château de Versailles. Pierre Paul Riquet invirtió su riqueza personal, al menos dos millones de libras, y se endeudó con el fin de financiar la construcción. Esperó recuperar una fuente de financiación en la percepción de los derechos de peaje del Canal La intrepidez de Pierre Paul Riquet no fue únicamente técnica. Su gestión de miles de obreros implicados en la construcción del Canal fue indicio de un vanguardismo social. En efecto, para retener y hacer trabajar más rápidamente a sus 12 000 empleados, Pierre Paul Riquet puso en marcha, y por primera vez en Francia, una retribución mensual, y un sistema precursor de la seguridad social. Así, días de lluvía o de enfermedad grave, cuando el trabajo era imposible, los empleados recibían a pesar de todo su pago Pierre Paul Riquet falleció en octubre de 1680, sólo ocho meses antes del acabado del Canal, y son sus hijos los que tomaron el relevo hasta su término, grabando el nombre “Riquet” en la historia de FranciaRiquet en Paraza
Le château de Paraza todavía lleva en sí la memoria del trabajo de la familia Riquet en su tierra. En 1620, el castillo acogió al padre de Pierre-Paul y durante la construcción del Canal du Midi, fue Pierre-Paul Riquet quien vivió en el castillo para supervisar las obras. Se quedó aquí durante muchos años, y en señal de su agradecimiento por la hospitalidad de su anfitrión, favoreció un matrimonio entre su hija y el hijo del propietario del castillo, el Señor de Jougla. Construyó también una enfilada de siete terrazas que bajan hasta el canal du Midi, donde fueron ordenados hermosos jardines colgantes
Hoy en día, gracias al aliento dado por la familia Danglas, el castillo ofrece a sus visitantes no sólo la posibilidad de seguir las pisadas del ingeniero, sino también dormir en sus sábanas. La suite de Riquet y cuatros otros cuartos están disponibles, como pueden verlos haciendo click aquí